Nuestro principal propósito es predicar el mensaje evangelístico de nuestro Señor Jesucristo con el fin de traer muchas almas rendidas a sus pies , y así cumplir con su legado que está contenido en su gran mandato a los discípulos en Mateo 26:18-20;  (“Y acercándose Jesús, les habló, diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”)                       Claramente obsevamos en este pasaje que Jesucristo en primer lugar se les acerca, dandole un tono de personalización, es decir un mandato directo, objetivo y personal, no es cuestionable, no es posponible, es para ahora, y sí es urgente, y así ha sido desde entonces; además les dice que “toda autoridad le es dada..”, esto indica dos cosas, primero que ya no tiene que rogar al Padre para comisionar, sino que la desición le pertenece a El y solamente a El, por eso lo hace; y en segundo lugar, esa autoridad la está delegando a los enviados, indicán- donos así que no vamos desprotegidos, llevamos su poder y su autoridad. 

Tercero y por último el legado es intencional, predicar su evangelio para hacer discípulos a todas las naciones bautizándoles en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo; pero si hubiera duda, alguna vacilación, El ha prometido estar todos los días con nosotros hasta el fin de los tiempos.